La identidad online es lo que nos identifica en la red, por lo tanto nosotros podemos ocultar datos o modificarlos con respecto a los reales (por eso se dice que es más flexible). Esta identidad es creada por el hombre en Internet y por medio de esta podemos interactuar con otras personas, demostrándoles parte de nuestra vida personal por medios de comentarios, fotografías y vídeos.
En nuestros tiempos, las redes sociales como Facebook y Twitter, son los sitios más utilizados para publicar parte de nuestra vida privada. Estas pasaron a tener una gran importancia para nuestras relaciones, siendo utilizadas por personas de variadas edades: desde niños hasta ancianos.
Las interacciones establecidas pueden provocar diversas consecuencias, como por ejemplo la de recuperar vínculos antiguos, contactar personas y hasta conseguir empleos, aunque también pueden ser perjudiciales: generar conflictos en las relaciones y hasta robo de identidad en el peor de los casos, ya que hay que tener en cuenta que la información puede llegar a manos de personas desconocidas y hasta peligrosas. Para impedir que esto suceda, hay que tener en cuenta la opción de “seguridad” que ofrecen todas las redes sociales y supervisar lo que se publica de nosotros pudiendo eliminarlo si estamos en desacuerdo.
